A pesar de todo conseguiré atravesar las barreras que me impiden llegar hasta ti. No importa si construyes la muralla más alta del mundo, la rodeas de trincheras y pones la música a tope para no escuchar a la razón. Aunque encuentres cien maneras para esquivarme, yo encontraré ciento una para encontrarte. Aunque tapies tu corazón y le pongas una puerta de seguridad con triple candado, encontraré la puerta de servicio y me colaré por la retaguardia.
Superaré todas las pruebas que me pongas hasta conseguir superar todos los niveles. Llegaré al fondo de tu corazón, quieras o no, y cuando esté allí me lo quedaré para siempre. Lo guardaré en un lugar muy especial, el más especial que conozco. Un lugar en el que ni yo misma me permito la entrada: mi corazón.
Pero para poder meter el tuyo tendré que hacerle hueco, así que sacaré el mío. Lo meteré en una cajita y te lo entregaré.
Haz con él lo que quieras, pero sólo te pido una cosa: arréglamelo, porque me lo encontré roto y nadie hasta ahora ha sabido cuidar bien de él.
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