De mi mente a la pantalla
viernes, 8 de julio de 2011
oda a la hipocresía
Muy lejos de ser una oda, este texto tiene mucho que ver con la hipocresía.
Fariseísmo, cuento, mojigatería, comedia, pamplina, doble moral... Son sólo unos pocos sinónimos de una gran lista de ellos, pero todos significan lo mismo: HIPOCRESÍA.
Una gran palabra, ¿no creen?. La palabra "hipócrita" designaba, en el teatro griego, al actor que utilizaba máscara y disfraz para representar una personalidad ajena a la suya. Su objetivo era deleitar al público. Entonces, en la actualidad, a muchas personas las podríamos denominar como actores, representando un papel en su vida, mostrándonos una máscara de mentiras y llevando trajes tejidos con engaño. Sólo hay una pequeña diferencia entre los actores de la época antigua y los de la actual. Un pequeño matiz que diferencia un oficio de una mentira. Los antiguos hipócritas trabajaban por y para el deleite del público. En cambio, los hipócritas de ahora, actúan dañando al mismo.
Me gustaría englobar los casos de hipocresía en dos grandes grupos: hipocresía a nivel personal e hipocresía a nivel mundial.
A nivel personal hay muchos casos de hipocresía presentes en nuestras vidas. Algunos están delante de nosotros, y no todos somos capaces de verlos. Son pequeños detalles, discretos y no muy dañinos de gente muy cercana. No solemos darles importancia, incluso algunos llegamos a perdonarlos. Son casos que sólo nos incumben a nosotros, o a un grupo reducido de gente, por lo tanto prescriben en la memoria de las personas.
A nivel mundial, incluso nacional o regional, existe otro tipo de hipocresía. Ésta requiere quizás más astucia y afecta a un grupo muy numeroso de gente. Es mucho más dañina, y a algunas personas ha llegado a dejarles una herida latente en su memoria para el resto de sus vidas. Hablo, claro está, de la hipocresía política, creada por políticos demagogos que prometen en sus mítines y luego llevan a todo un país a la ruina. De la hipocresía eclesiástica, que actúa en nombre de Dios pero interpreta la Biblia a su gusto para poder manejar a los creyentes, e incluso a los no creyentes. De la hipocresía empresarial, que se supone debería elegir a sus empleados por sus cualidades y no por su linaje o descendencia. De la hipocresía de los sindicatos, que deberían movilizar a las masas para defender sus derechos y no lo hacen dado que reciben dinero del estado. La hipocresía de los medios de comunicación, que tergiversan imágenes y declaraciones para sacar las cosas de contexto....
Podría poner infinidad de ejemplos, pero creo que ha quedado bastante claro. Vivimos rodeados de hipocresía. Algunos casos pasan desapercibidos, pero otros son muy graves, y pueden llegar a ser irrevocables.
Para terminar me gustaría poner dos de los casos más recientes de hipocresía ocurridos aquí en España.
·El primero es el de la reciente estafa que ha habido en la SGAE por parte de su presidente, Teddy Bautista, quien se dedicó a desviar los fondos de su sede a otras empresas que no tenían nada que ver con la suya.
SGAE (sociedad general de autores y editores): Sociedad privada dedicada a la gestión de los derechos de autor de sus socios (cantantes en su mayoría).
Teddy Bautista: Actual presidente de dicha sede. Anteriormente interpretó el papel de Judas, repito, JUDAS en el musical Jesucristo Superstar. Suena irónico, ¿verdad?.
·El segundo caso es el del presidente de TVE. Este individuo se dedicó a suprimir los programas de más éxito de su propia cadena televisiva para cederselos a la cadena de su hijo. En concreto, la Corporación que preside Alberto Oliart concedió a "Telefónica Broadcast Services" la cobertura de medios técnicos del programa "La mañana de La 1" durante seis meses. Dicha empresa (TBS) está dirigida por Pablo Oliart, hijo de Alberto Oliart. Tras descubrirse toda la trama, el presidente de TVE alegó desconocer las empresas en las que su hijo trabajaba, y acto seguido presentó su dimisión.
Llegados a este punto solamente quiero añadir algo:
Juzguen ustedes mismos lo que es la hipocresía, yo sólo les he dado un empujoncito...
vero's thoughts'.®
El único vicio que no puede perdonarse es la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es de por sí la hipocresía.
<<William Hazlitt>>
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caña a la sgae,
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