¿No creéis que todo esto deberíamos decírselo todos los días? Y aunque se que yo no lo hago muy a menudo, quiero decirte un par de cosillas, mamá.
Mamá... ¿no te suena bien? Aunque en mi vida tú has sido mucho más que una madre. Has sido una amiga, una cómplice, un bastón sobre el que apoyarme en los momentos difíciles, y cómo no ¡una excelente cocinera!
Has sufrido mucho para sacar adelante a tu familia, pero siempre has sabido cómo salir del apuro, manteniendo la alegría hasta en los momentos más duros. Has ayudado a los tuyos y a los que te rodean, como buena hija, madre, hermana, tía y cuñada que eres. Si tuviera que describirte con una palabra sería... ¡Qué narices! Es imposible describirte con tan sólo una palabra.
17 años de desesperación teniendo que llevarme por el buen camino. ¿Cuál es tu secreto? Siempre has sabido que decirme, y a pesar de que rechiste y me enfade, los castigos han servido para algo (¡aunque a veces te has pasado un poco eh!).
Gracias a ti, soy como soy. Tú me has enseñado a ser una buena persona, educada y alegre como tú, y no hay día que no de gracias por ello.
Tiempo atrás dijo un novelista francés que jamás en la vida encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra madre. Pero lo que no dijo ese novelista es que toda esa ternura sincera y desinteresada se transmite de madres a hijos.
Espero poder ser algún día una madre como tú, y poder hablarles a mis hijos de lo buena madre que eres. Me encantaría que estuvieras conmigo entonces, apoyándome, aconsejándome y malcriando a mis hijos, como toda buena abuela.
Y para terminar, y citando nuevamente a un escritor:
" Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del mundo".
León Tolstoi.. Escritor ruso.
Te quiero mucho mamá, y siempre te querré. Nunca lo olvides.
No hay comentarios:
Publicar un comentario